¿Qué ocurre cuando juntas a 150 pequeños ciudadanos para que reconstruyan el casco antiguo?
Ocurre que se dan cuenta de que las calles estrechas y los callejones sin salida son una consecuencia del crecimiento espontáneo. Que averiguan por qué en la ciudad histórica surgían problemas de higiene y salubridad. Que se preocupan por mantener bien cerrada la muralla para que no entren piratas malintencionados.
¿Qué sucede cuando juntas a 150 pequeños ciudadanos para que diseñen varias manzanas del ensanche?
Sucede que organizan comités de empresa para decidir su estructura. Que de forma natural organizan patios interiores, edificios representativos, túneles, miradores y rincones sorprendentes. Que razonan sobre desplazamientos y, sin saber siquiera qué significa, sobre la densidad urbana.
Y cuando terminas, los 150 te recuerdan lo maravilloso que es ser pequeño (además de ciudadano) para lanzar "edificios" por los aires, para esconderse dentro de ellos, para saltar y gritar y montar un gran jolgorio valiéndose (solo) de unas simples cajas de cartón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario