Cuando en junio de 2012 invitamos a San Sebastián (y a los compañeros de Maushaus) a estrenar nuestro sofá nuevo, no podíamos ni imaginar que, un año después, cruzaríamos Europa para llegar a los Países Escandinavos. Durante dos sesiones, hemos convertido el sofá en un enorme tresillo, para acomodarnos con los alumnos de 5º del colegio Santa Mónica y conocer Copenhague, a la vez que una clase del Peder Likke Skolen, Architect in Progress y Julie Durfour hacían lo propio desde Dinamarca, introduciéndose en nuestra ciudad a través de sus edificios más característicos.
Análisis de la estructura urbana de Palma
Desmontando (y volviendo a montar) Copenhague
Estudiados los crecimientos de ambas ciudades, visitados virtualmente sus lugares de interés y trabajado sobre su arquitectura más representativa, los alumnos de aquí y de allá (29 y 12, respectivamente) se han dispuesto a conocer a sus compañeros, a resolver todas sus dudas e, incluso, a entonar “En Joan petit quan balla”, al tiempo que sus colegas coreaban canciones populares danesas. Los alumnos de Copenhague han preguntado por nuestro colegio: cómo se llama, cuántos alumnos somos o a qué edad empezamos a estudiar han sido algunas de las inquietudes que, en un ejercicio práctico de inglés, nos han transmitido desde detrás de la cámara. Por nuestra parte, nos interesaba su comida típica, su lugar preferido de la ciudad (el Tívoli o parque de atracciones), su medio de transporte habitual (bicicleta, bus, metro y... ¿coche?, en este orden), su clima (frío, frío) y sus ocupaciones para el tiempo libre (practicar deporte o acudir a talleres creativos).
Primera conexión con los alumnos de la Peder Likke Skolen
Tras la fase de "manos a la obra", los kobmendenses nos han sorprendido con sus máscaras del Castillo de Bellver, la Lonja, la pérgola de Ses Voltes y el Gran Hotel. Por nuestra parte, hemos representado la Vor Frue o Catedral, la Cámara de Comercio, el Hotel SAS y el Diamante Negro, nombre con que se conoce a la nueva biblioteca pública de Copenhague.
Y finalmente, para añadir un aspecto “palpable” a esta virtual experiencia, les dejamos escribiendo postales para sus compañeros... Esas cartulinas estampadas que introducimos en unos artefactos amarillos, previo pegado –ahora auto adhesivo- de un papelito llamado sello. Nosotros nos hacemos mayores, el sofá coge forma. Y nos encanta.
Gracias a Ana Merino (Architect in Progress), a la Peder Likke Skolen y Julie Durfour, por estar allí; al Colegio Santa Mónica, por estar aquí y a todos los que viajáis con nosotros, por estar, así, en general.
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