Durante dos días, los alumnos de
5º del colegio Santa Mónica se han zambullido en el barrio de su colegio,
mirando con otros ojos sus calles y plazas, descubriendo qué pasa dentro de
sus manzanas y aprendiendo los porqués
de su estructura urbana. Tramo a tramo, han construido el vecindario entero,
sin olvidarse de la escuela, de la iglesia, del –ejem- Mc Donald’s, ni de las
calles peatonales, tan necesarias para recuperar la identidad, la relación y
los encuentros en el segundo banco de la plaza.
Una vez más, ¡buen trabajo!
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