En 1867, el supuesto Conde de Naudorf llegaba a Mallorca para realizar un estudio sobre escarabajos autóctonos. Pero más allá de su pasión por estos coleópteros, Luís Salvador de Austria (verdadero nombre del viajero de incógnito) quedó prendado de los paisajes de la isla, así como de las possessions que brotaban entre las montañas de la Sierra. Por eso, el Archiduque no tardó en adquirir parte de estas edificaciones. Las rehabilitó, las sembró con cultivos y viñedos y construyó caminos que aún hoy conectan la Tramuntana a través de vías empedradas e incomparables miradores.
Possessió de Miramar en Valldemossa
Hace unas semanas quisimos rememorar su hazaña convirtiéndola en un juego "de mesa". Armados con dados gigantes y bigotes muy "archiduquescos", conquistamos el Jardín de La Misericordia con posesiones y miradores; las ubicamos en el paisaje y abrimos senderos cual expertos margers. Un gran trabajo para la Diada de Sant Jordi.
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