El sábado pasado viajamos a Barcelona. No cogimos el avión,
ni el barco, ni construimos un puente (como sugería la canción que a nuestros
alumnos les suena a chino). En vez de eso, nos sentamos cómodamente en una
moqueta roja y aprovechamos la velocidad transportadora de las nuevas
tecnologías para reunirnos, a golpe de click, con Arquect y sus treinta y un
participantes. De su mano, supimos cómo se desplazan por la Ciudad Condal,
cuáles son sus fiestas populares y sus comidas más típicas (¿la paella?...),
nos subimos a la Torre AGBAR y contemplamos desde el cielo las frutas que
esconde la cubierta del Mercat de Santa Caterina.
Tras esta confortable travesía, las manzanas del ensanche se
convirtieron en tema de reflexión, dando lugar a interesantes composiciones que
seguro hubiesen inspirado al señor Cerdà en su diseño.
Finalmente, y como viene siendo habitual en los Sofás, nos transformamos
en edificios característicos de Barcelona a base de máscaras, sombreros y
elegantes tocados.
Esperaremos con (im)paciencia vuestras postales. De nuevo,
encantados de haberos conocido.
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