Durante los días 8, 9 10 de abril, arquitectives ha asistido al VI Encuentro “La ciudad de los niños: Derechos de la infancia y autonomía en las ciudades actuales”, celebrado en La Casa Encendida de Madrid.
Las jornadas, que han reunido, entre otros, a educadores, políticos, arquitectos, sociólogos y geógrafos, han tratado de dar una idea conjunta sobre la disminución drástica de la autonomía de los niños en la sociedad actual, con el incremento de riesgos que esto conlleva.
Entre los ponentes queremos destacar a Antonella Prisco, miembro de CNR de Roma, a Josep Muntañola, catedrático de la Escuela de Educar en Barataria.
La conclusión que hemos sacado del encuentro se resume en la progresiva privatización de la vida de los niños, pasando de la autonomía de la calle y del espacio público a la sobreprotección del hogar, del colegio o de la propia familia. El temor de los adultos al riesgo provoca una pérdida de autonomía de los niños y el consiguiente incremento de peligros al no desarrollar aquellos su propia capacidad de autoprotección. En general, pensamos que está bien aquello que responde a nuestra estructura y negamos a los pequeños la libertad de experimentar y proponer nuevas maneras de hacer las cosas. Deberíamos tener en cuenta que nuestra mirada está contaminada por los miedos, por las vivencias, por la experiencia, y que esa mirada puede llegar a entorpecer el crecimiento de los pequeños.
Los niños necesitan experimentar, equivocarse, correr riesgos y superarlos: su acción debe ser una colaboración porque ellos quieren –y lo demandan constantemente- sentirse miembros de la sociedad.
Queremos terminar esta reflexión con una historia que nos contaba Marta Román durante su ponencia:
La madre de Nicolai, un niño polaco de siete años, acompañó a su hijo al colegio el primer día de clase. Avisó a la maestra de que, debido a su horario de trabajo, Nicolai volvería sólo a casa todas las tardes. Aquel día, al terminar la jornada, Nicolai emprendió el camino a pie desde la escuela. Sin embargo, poco después, la maestra vio regresar a Nicolai de la mano de la mamá de otro alumno.
Para los que estéis interesados en ampliar esta información, aquí os dejamos algunos enlaces. Esperamos que los disfrutéis como hemos hecho nosotros durante el encuentro.
¡Hagan sitio, por favor! (por Marta Román)
Una arquitectura hacia el futuro (por Josep Muntañola)
La madre de Nicolai, un niño polaco de siete años, acompañó a su hijo al colegio el primer día de clase. Avisó a la maestra de que, debido a su horario de trabajo, Nicolai volvería sólo a casa todas las tardes. Aquel día, al terminar la jornada, Nicolai emprendió el camino a pie desde la escuela. Sin embargo, poco después, la maestra vio regresar a Nicolai de la mano de la mamá de otro alumno.
- Encontré a este niño solo en la calle –dijo la madre.
La maestra animó a Nicolai y lo mandó de regreso a casa.
Minutos más tarde, Nicolai apareció de nuevo, esta vez de la mano de otra profesora.
- ¡Se te escapaba solo! –le reprochó a su compañera.
Nicolai lloraba, pensando que nunca podría regresar a casa. La maestra lo consoló y le dijo que se marchara. Pero al rato, Nicolai, que ya lloraba desconsoladamente, entró por tercera vez en la escuela, acompañado por un policía.
- Verá señor agente –dijo la maestra-, Nicolai debe volver a casa solo porque así nos lo ha pedido su madre.
- Sí, sí, muy bien –respondió el policía-, pero al niño lo acompaño yo.
Para los que estéis interesados en ampliar esta información, aquí os dejamos algunos enlaces. Esperamos que los disfrutéis como hemos hecho nosotros durante el encuentro.
¡Hagan sitio, por favor! (por Marta Román)
Una arquitectura hacia el futuro (por Josep Muntañola)
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