Apenas una semana antes del congreso internacional de
Bucarest, un centro cultural de la ciudad era destruido por las llamas, dejando
numerosas víctimas y otros tantos daños materiales. El suceso, ocurrido durante
un concierto al que asistían cientos de personas, hubiese quedado en triste
accidente de no ser por la falta de medidas de seguridad del recinto,
construido con discutibles criterios de ahorro que lo convertían en un lugar
peligroso y alejado de cualquier normativa sensata. El hotel donde nos alojamos
durante el congreso tiene más de 300 habitaciones, una única escalera de
evacuación (con peldaños compensados) y una muy escasa señalización de
emergencia.
Cada seis meses, los miembros del grupo de trabajo
Architecture & Children nos reunimos para hacer balance, para compartir
nuestros progresos y sentar las bases de aquí en adelante. Cada seis meses,
profesionales de todos los rincones del mundo coincidimos en la importancia de
trabajar con nuestros niños para que conozcan su entorno, lo respeten y tengan
herramientas para criticarlo y mejorarlo. Porque en una sociedad informada, es
más difícil que los gobiernos mientan (o que nos cuelen sus mentiras), que
pongan en peligro las ciudades y sus ciudadanos en pos de su enriquecimiento
personal. Las sociedades informadas -e involucradas- protestan, actúan e
intervienen. Saben lo que pueden y deben demandar a sus representantes y actúan
en consecuencia. Por todo ello, arquitectos y educadores de Suecia, Austria,
Alemania, Francia, Egipto, Rumanía, Croacia, Costa Rica, España, Azerbaiyán,
Turquía y Bulgaria volvemos a sentarnos entorno a una mesa larga para seguir trabajando por y
para esos pequeños ciudadanos. Y mientras los países escandinavos siguen siendo
referente de la educación mundial, otros menos nombrados transforman escuelas
de El Cairo o Estambul en entornos más agradables, colaborando con sus alumnos
en las tareas de reconstrucción y reforma.
Así que, sin duda alguna, seguiremos ocupando nuestra silla
entorno a la mesa larga, dondequiera que esté, para avanzar poquito a poco
hacia ese escenario donde las ciudades son cosa de todos (y no solo de las
grandes empresas), donde los ciudadanos conocen su entorno, lo respetan y participan,
donde los descomunales carteles publicitarios que hoy cubren las fachadas de
Bucarest dejan lugar a las ventanas y a sus vecinos asomándose a ciudades más
humanas y amables.
- La nueva edición de los Golden Cubes Awards, cuya convocatoria nacional lanzaremos en breve (¡atentos!)
- El proyecto REBUS, orientado a la reforma participativa de los espacios escolares en Escandinavia.
- Bink, la red austríaca dedicada a la educación en entorno construido.
- El proyecto Building Blocks for Life, que transforma escuelas de las zonas humildes de Egipto en entornos más amigables.
- La educación en entorno construido que Archforchildren se lleva a cabo en Bulgaria.
- El proyecto social para el futuro de las ciudades en Turquía.
- Las iniciativas sobre BEE desarrolladas en Croacia a través de Arhitektura & djeca.
- La introducción de la arquitectura en las ciudades alemanas, a través de la Universidad Bauhaus.
- Los proyectos de De-a arhitectura, anfitriones de las jornadas y, sobre todo, amigos.
Y gracias a todo ello, hoy somos un poquito más mayores.
Más imágenes de las jornadas AQUÍ
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