Durante todo este mes, nos hemos adentrado en la obra de LosCarpinteros, gracias de la exposición temporal que alberga el Museo Es Baluard, de Palma.
Marco Antonio Castillo y Dagoberto Rodríguez, artistas cubanos que integran el colectivo desde 1994, enmarcan su trabajo en la revolución cubana y en su consecuente contexto social, donde la imposibilidad de importación y exportación del régimen obliga a los ciudadanos a reinventarse constantemente, llegando a límites insospechados de reutilización y recuperación de espacios y objetos. Con una gran carga de imaginación y sentido del humor, Los Carpinteros inventan un mundo de paradojas y relaciones complejas en el cual las cosas pierden su función cotidiana, dando paso a un rico e inesperado imaginario.
A partir de esta idea, y gracias a los participantes del taller Plat Piscina, hemos intentado recuperar esa imaginación sin límites, sumergirnos en la dimensión de los sueños, olvidar que las cosas son lo que son, reinventar objetos conocidos para convertirlos en cualquier idea fantástica… En resumen, hemos vuelto a ser niños bajo el hechizo de ingenuidad y la inocencia.
Y ellos, que todavía lo son, han descubierto la proporción como una de las claves para transformar el mundo en lo que cada uno quiera que sea.
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