San Sebastián, como Palma, tiene mar, casco histórico, ensanches, un río (en nuestro caso, riera), turistas fotografiándose por las calles, puerto, playas… Pero además experimenta mareas, se abre al Océano Atlántico y arrastra una historia con seis incendios que llevaron a reconstruirla casi totalmente en varias ocasiones.
En Palma, como en San Sebastián, encontramos una catedral, palacios de reyes y princesas, hoteles burgueses, museos contemporáneos y puentes que cruzan más allá para llevarnos a los barrios más nuevos.
Hoy, tanto los txikis como los arquitectives han viajado 570 km virtuales para hacer turismo por ambas ciudades, resolviendo sus inquietudes (¿y allí qué hora es?, ¿en Palma también es de día?, ¿en qué parte de la ciudad vivís?, …) e incluso cantando canciones en sus respectivas lenguas maternas.
Y hemos representado tan bien los edificios de ambos lugares que ni txikis ni arquitectives han tenido problemas para adivinar a qué obra correspondían.
Ahora, esperamos la oportunidad convertir la visita en algo real, con el fin de poder daros los besos que hoy solo hemos podido mandaros virtualmente.
¡ENCANTADÍSIMOS DE HABEROS CONOCIDO!
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