¿Qué sucedería si triplicásemos el tamaño de una ensaladera?
... De repente, nos resultaría imposible revolver la ensalada, y meterla en el lavaplatos, y guardarla en los armarios de la cocina. Empezaríamos a usarla de bañera o de piscina de jardín, olvidando sus orígenes como ensaladera.
¿Y si multiplicásemos por cuatro las medidas de una mesa y de sus sillas?
... Sin darnos cuenta, nos sentaríamos bajo ellas cualquier día de lluvia y organizaríamos conciertos a su cobijo. La mesa se convertiría en un porche, en una carpa, en el lugar perfecto para un campamento de verano.
Desde el sábado, el señor Modulor disfruta de sus nuevos espacios a medida. Los arquitectives le construyeron casas, castillos, parasoles, quioscos y otras estructuras capaces de demostrar qué importante es la escala en la vida de cada uno de nosotros... incluso en la del señor Modulor.
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